Citröen CX Break: prueba, test, interior, motor, exterior
El Citröen CX Break es un imponente familiar de casi 5 metros de largo que utiliza la plataforma del Citröen CX Prestige. En esta ocasión, me pongo a los mando de un ejemplar 25 D Réflex, de 75 cv. en su configuración de 8 plazas.
ÍNDICE
Citröen CX Break: personalidad por doquier
El Citröen CX (1974-1991), sucesor del Citröen DS (1955-1975), fue el último Citröen diseñado y desarrollado antes de que la marca fuera adquirida por Peugeot (1975), dando lugar al Grupo PSA, y que hoy en día está conformado, además, por DS y Opel.
Este hecho significa que el CX conservaría la esencia más pura de la marca: diseños originales y diferentes al resto; soluciones innovadoras y revolucionarias; y, como no, la célebre y ya extinta suspensión hidroneumática.
Desde sus orígenes, Citröen fue una marca con soluciones revolucionarias y una personalidad muy definida y diferente al resto
Por tanto, el Citröen CX Break, así como la versión berlina, presentan una personalidad muy marcada y un carisma prácticamente imposible de encontrar en la competencia. Los Citröen de entonces, como el DS -el famoso tiburón-; el irrepetible Citröen SM; el GS; el 2 CV y el Dyane 6; el Mehari… son coches diferentes a todo y a todo, que pueden encandilar o generar odio, pero que en todo caso representan la más pura esencia de la marca.
Citröen a partir de los 80
Así las cosas, los modelos producidos a partir del nacimiento del Grupo PSA (1975) irían, paulatinamente, perdiendo ese halo de originalidad, vanguardia y carisma que caracteriza, como comento, a sus antecesores. El Citröen BX, el primero desarrollado en esta «nueva era». Cierto es que preserva parte de la identidad, pero no es lo mismo. ídem situación ocurriría con el Citröen XM y, posteriormente (1993), con el Xantia, pero la tendencia ya era clara.
Con el paso de los años, los modelos de Citröen irían perdiendo parte de su imagen debido a su absorción por Peugeot; por el cambio en las preferencias del consumidor; y por la propia evolución y devenir del mercado, con cada vez una mayor oferta y con la consolidación de las marcas alemanas como referencias.
El punto de no retorno lo representan tanto el Citröen C6 (2005-2012), la última gran berlina de Citröen que intentó, con un estrepitoso fracaso comercial, recuperar parte de la gloria perdida; como el último Citröen C5 (2008-2017), que, además, sería el último Citröen en equipar la suspensión hidroneumática tras más de 62 años de producción desde que en 1955 la estrenara el Citröen DS, suponiendo, dicho sea de paso, una auténtica revolución en aquel entonces.
Citröen CX Break 25D Reflex
Nuestro protagonista fue matriculado en A Coruña en el año 1981. En ese momento, la oferta de vehículos para el automovilista español era infinitamente más reducida que en la actualidad. Y más aún lo era la de modelos capaces de albergar hasta 8 pasajeros en una carrocería de 5 metros de largo. Dimensiones «terrenales» en la actualidad, pero de auténtico gigante hace 40 años.
En efecto, este ejemplar es la versión de 8 plazas. Las ya de por sí escasas unidades de la variante Break respecto a la berlina, unidas a esta peculiaridad, hacen de nuestro protagonista un CX Break realmente especial.
Por otra parte, a lo largo de la dilatada vida comercial del Citröen CX -nada más que 17 años-, se sucedieron múltiples rediseños, configuraciones y cambios tanto en gama como motorizaciones.
En este caso, tenemos el salpicadero y cuadro de instrumentos de los primeros CX, esto es, contamos con el famoso cuadro de «lupas» y tambores giratorios; el original cenicero con forma de platillo volante… y múltiples detalles de la Fase I del modelo que lo hacen todavía más distinto, peculiar y personal si cabe.
El CX Break en detalle
La originalidad del CX en general, y del este ejemplar en particular, rezuma por sus 4 costados.
Motor
El motor de nuestro protagonista es un bloque diésel con denominación 25D que deja entrever su cilindrada. Un propulsor a la antigua usanza, robusto e incombustible.
- Cilindrada y disposición: 2.500 cc. 4 cilindros en línea, situado transversalmente. 93 x 92 mm. (Diámetro x Carrera) e inclinado 30º hacia adelante. Cigüenal de 5 apoyos. Culata de aleación ligera y bloque de fundición.
- Potencia y par: 75 cv. a 4.250 revoluciones y 15,3 mkg a 2.000 vueltas.
- Velocidad máxima: 150 km/h.
- Aceleración 0-1.000 m: 40,2 segundos.
- Régimen máximo de giro: 4.700 rpm.
- Relación de compresión: 22,25:1.
- Refrigeración: mezcla por anticongelante, con circuito hermético, vaso de expansión, bomba y dos ventiladores eléctricos de mando termostático. Circuito de 12,3 litros de capacidad.
- Alimentación: por bomba de inyección Roto Diésel, con filtro de aire seco.
- Consumo medio mixto: 7,5 litros/100 km.
A pesar de lo que su cifra de potencia pueda sugerir, este motor mueve dignamente al CX en carreteras secundarias, incluso de pendiente pronunciada, por su buena respuesta en bajos y medios, tan característica de bloques diésel de cierta cilindrada, como es el caso de este 2.500.
Ficha técnica
- Dimensiones: 4,922/1,750/1,465 m.-largo/ancho/alto.
- Vías delanteras y traseras: 1,474 y 1,390 m. -delante/detrás.
- Distancia entre ejes: 3,095 m.
- Depósito de combustible: 68 litros.
- Sistema eléctrico: Batería de 12V y 88 aH, con alternador de 1008W.
- Transmisión: a las ruedas delanteras, con embrague monodisco en seco.
- Caja de cambios: manual de 5 relaciones sincronizadas.
- Desmultiplicaciones de las marchas:
- 1ª: 3,166.
- 2ª: 1,833.
- 3ª: 1,250.
- 4ª: 0,939.
- 5ª: 0,733.
- Marcha atrás: 3,153.
- Dirección: de cremallera con asistencia, con 2,5 vueltas de volante y sistema DIRAVI de autocentrado automático, asistido por el sistema hidráulico.
- Chasis-suspensión: Carrocería autoportante con dos semibastidores. Suspensión delantera de ruedas independientes, con paralelogramos transversales y barra estabilizadora. Suspensión trasera de ruedas independientes con brazos tirados y barra estabilizadora. Sistema hidroneumático a las 4 ruedas, con altura constante y regulable manualmente en 4 posiciones.
- Neumáticos: 185SR 14 ZXZ Tubeless -sin cámara- con presiones de 2,1 /2,2/2,4 bares delante, detrás y en reposo, respectivamente.
- Peso en vacío: 1.450 kg.
- Precio oficial (año 1980) -impuesto de lujo incluido-:1.254.370 pesetas.
La Suspensión Hidroneumática
El Citröen CX, al igual que el DS -el «Tiburón»- y el Citröen SM, equipa la irrepetible suspensión hidroneumática de la Casa. En este esquema de suspensión, no existen ni los muelles ni los amortiguadores, sino que en su lugar se equipan un conjunto de esferas con nitrógeno y líquido hidráulico en su interior separado por una o varias membranas y que hacen la función de elemento elástico.
Su principal virtud es ofrecer una capacidad de absorción de las irregularidades sencillamente sublime, derivando en una comodidad y confort de marcha espectaculares. Pero, además, la capacidad de adherencia y estabilidad son sobresalientes. No en vano, cualquier Citröen hidroneumático puede circular a 3 ruedas, ya que el sistema «fuerza» a las mismas a pegarse al suelo en todo momento.
Pero ahí no se acaban las bondades. Esta suspensión es autonivelante, es decir, mantiene la distancia libre al suelo constante con independencia de la carga que transportemos. Y, por si fuera poco, a través de una palanca situada en el interior podemos regular la altura de la carrocería manualmente en varias posiciones distintas, muy útil para superar obstáculos, rampas, realizar tareas de carga/descarga o para facilitar el acceso a una persona mayor, por ejemplo.
El Citröen CX Break en Vídeo
En este vídeo podéis ver a este precioso ejemplar en detalle, en el que doy un repaso al interior y a todas sus peculiaridades; al motor; y en el que ponemos a prueba su suspensión y una impresión en general en carretera del coche.
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Conclusión
El Citröen CX Break es uno de los Citröen más originales de todos los tiempos, por todas sus particularidades del interior -cuadro de lupa, satélites para los mandos, cenicero, volante monobrazo…-; por su imponente carrocería exterior, muy aerodinámica y con mayor anchura en el tren delantero que en el trasero; y por su polivalencia gracias a las 8 plazas y a la célebre suspensión hidroneumática con la que podemos salir al campo y sortear un buen número de obstáculos.