El súper-ventas adopta la nueva filosofía de la marca. Con su renovación, el C4 Cactus se desmarca de los rasgos de un compacto tradicional y sigue la moda «crossover«. Adopta, además, las últimas soluciones de Citröen en materia de confort.
¿Qué es capaz de aportar el nuevo C4 Cactus?
La transición de Citröen
A lo largo del tiempo, las marcas mantienen en mayor o menor medida una cierta filosofía materializada en el diseño y carácter de sus vehículos. Sin embargo, la competitividad del mercado provoca que muchos fabricantes intercambien motores y componentes entre ellos. Esto tiene una consecuencia: una pérdida de la personalidad y vehículos cada vez más parecidos. ¿Es el caso de Citröen?
Pura innovación
A punto de cumplir 100 años de vida, Citröen es uno de los mayores referentes automovilísticos del Siglo XX. Fue el gran impulsor de la tracción delantera en los años 30, de la mano del Traction Avant. También popularizó las carrocerías autoportantes. No obstante, es el lanzamiento del mítico Citröen DS el que eleva la marca al olimpo de automovilismo. A él debemos la suspensión hidroneumática autonivelante, que brinda un confort y seguridad inigualables; un diseño disruptivo e innovaciones como los faros direccionables.

Lo mismo puede decirse de los fantásticos Citröen CX, el majestuoso SM y el accesible GS. Sin duda, automóviles únicos, marcadamente distintos en diseño y con tecnología basada en principios hidráulicos.
1975: Peugeot se hace con Citröen
La crisis del petróleo y una serie de decisiones catastróficas conducen al nacimiento del Grupo PSA (Peugeot-Citröen), del que forman parte en la actualidad las marcas DS y Opel. Desde entonces, la personalidad de los modelos de la marca cambia. Se nota la toma de decisiones por parte de Peugeot y el intercambio de componentes, plataformas y soluciones mecánicas.
2014: nuevo rumbo
Desde finales de los 90, la imagen de Citröen como firma de «vanguardia y sofisticación» fue diluyéndose. Parte de la culpa la tienen cierta marcas alemanas y la propia dinámica del mercado. De hecho, sus modelos eran (y son) considerados como «vulgares» por muchos conductores. Podemos afirmar que el Citröen C6 fue el último exponente del pasado glorioso de la marca, con unos resultados comerciales desastrosos.
El lanzamiento de la primera generación del C4 Cactus representa el nuevo rumbo que ha tomado la marca hasta nuestros días. En parte, Citröen sigue su propio camino en lo que a originalidad se refiere. Sus diseños se alejan de convencionalismos y cuentan con personalidad, gustos aparte. También, y como antaño, sigue primando el confort por encima de todo. No obstante, no causan, ni de lejos, aquella admiración de la que gozaban los modelos de mediados de siglo. Son «uno más» entre tantos otros. La saturación del mercado no facilita destacar en este sentido.

Nuevo C4 Cactus: Feel Good
Tras unas ventas reseñables, y contra todo pronóstico por lo peculiar de su concepto, el C4 Cactus se renueva como único representante bajo esta nomenclatura. Es decir, ahora no habrá «dos» C4 (el normal y el «SUV»), sino un solo modelo a medio camino entre ambos. Se trata de una decisión bastante lógica teniendo en cuenta que el anterior C4 Cactus rivalizaría directamente con el C3 Aircross. De esta forma, la gama de Citröen se compone de:
- C-Zero.
- C1.
- C3.
- C3 Aircross.
- C4 Cactus.
- C-Elysée.
- C4 Picasso, que pronto cambiará de nombre.
- Spacetourer.
- E-Mehari.
El C4 es un coche difícil de clasificar. Por un lado, cuenta con rasgos propios de los SUV, con pasos de rueda en plástico negro, un capó corto y alto y una altura libre al suelo mayor que la media. Pierde, eso sí, las barras en el techo de su antecesor, tan características de los crossover. Sea como fuere, quedaría emplazado en el segmento C, de los compactos. Sus rivales naturales, por tanto, serían los Seat León, Ford Focus, Renault Megane, Mazda 3, Peugeot 308, Kia Ceed o Hyundai i30.
Su precio parte de los 14.900€ con motorizaciones PureTech gasolina de 82, 110 y 130cv, todas tricilíndricas. En diésel, la oferta abarca el bloque BlueHDI de 100cv, al que se sumará con seguridad el BluHDI de 130 cv. Se encuentra disponible tanto con caja manual como automática de cinco y seis relaciones (ETG y ETG6).
¿En qué marca las diferencias?
En primer lugar, el diseño, tanto interior como exterior. Si nos fijamos en sus rivales, todos muestran un concepto más o menos tradicional, diferencias estéticas aparte. Cada uno de ellos suele diferenciarse en pequeños aspectos. Por ejemplo, el Peugeot 308 lo hace con su puesto de conducción (i-Cockpit); El Megane con sus luces LED delanteras y su pantalla vertical de infoentretenimiento; o el Mazda 3 con su concepto de diseño KODO. Sin embargo, el C4 se diferencia por «concepto», a ser una mezcla de diferentes segmentos: crossover, compacto y SUV.


En segundo lugar, por su suspensión. Citröen siempre se ha distinguido tradicionalmente por su famosa suspensión hidroneumática. Tras el fin de producción del Citröen C5 en junio del año pasado, y más de 60 años usándola, la marca la abandonaba para siempre por una razón de costes. El nuevo C4 estrena los denominados Progressive Hydraulic Cushions, esto es, amortiguadores hidráulicos progresivos. Cuentan con un tope interno hidráulico de forma que absorben mejor las irregularidades de la carretera brindando una suavidad envidiable. En este sentido, intentan imitar las bondades del sistema hidroneumático, aunque pierden la facultad de autonivelar la carrocería y de regular su altura. A cambio, son más económicos y no requieren una «plataforma» propia. En este vídeo se describe su funcionamiento:
Citröen se encuentra inmersa en un proceso de transformación como marca. Aún así, el confort sigue siendo –afortunadamente– su principal seña de identidad, al igual que sus diseños atrevidos y originales.
En tercer lugar, el programa Citröen Advance Confort. Se trata de un conjunto de soluciones encaminadas a ofrecer la mayor comodidad posible. Para ello, Citröen trabaja con el aislamiento acústico, los asientos, diseño estructural enfocado a mitigar las vibraciones, etc. Si hay algo que caracteriza a Citröen, tanto a la de antes como a la actual, es la comodidad a bordo. Los costosos sistemas hidráulicos dejan paso a otras soluciones más simples, económicas pero igualmente efectivas.
En conclusión
Queda fuera de toda duda que el C4 Cactus apuesta decididamente por la originalidad y el confort. Se trata de un coche sin ninguna aspiración deportiva. No es rápido ni pretende serlo. Tampoco ofrece los mejores materiales del mercado ni el equipamiento más sofisticado. A cambio, su precio es razonable y la habitabilidad, notable.
A favor:
- Confort de marcha sobresaliente.
- Precio de partida interesante.
- Posibilidades de personalización.
- Originalidad y personalidad estética.
En contra:
- No es un coche especialmente ágil.
- El climatizador se maneja íntegramente desde la pantalla central.
- Calidad de materiales sólo correcta.
- Carece de cuentarrevoluciones.
¿Me lo compraría?
No lo creo. Su comodidad y personalidad son atributos destacables que personalmente valoro, pero «le falta algo» que me cautive realmente diferenciador y que sí tenían «viejos» Citröen. Quizás sea el hecho de que relegue la experiencia de conducción a un segundo plano, al no contar con cuentarrevoluciones –algo muchísimo más significativo de lo que parece–. O igual es que la competencia ha ganado mucho terreno en los últimos años.